domingo, 10 de junio de 2012

¡No hagas ruido!

¡Sh! No la despiertes, ¿no ves que está durmiendo?... ¿No ves que está fuera de aquí? Mírala, allí, lejos.
Déjala, está cansada. No hagas que abra los ojos. No quiero que lo vea. Que vea nuestro mundo destrozado por nosotros.
No quiero que me pregunte por las guerras, por el hambre. No quiero que me cuestione que las personas son buenas.
No quiero que piense que no hay esperanza para nosotros y que tarde o temprano esto explotará.
Déjala, vive en su mundo, está llena de esperanzas y de ilusiones… no quiero que las pierda al darse cuenta de que con una sonrisa no vale, y que no hay finales felices.
No me apetece que me pregunte si es verdad que somos capaces de unirnos para celebrar un gol, pero no para ayudarnos a salir a delante.
Déjala, está en paz. Para ella no hay avaricia ni soberbia. “Por dentro es de colores”.
Mírala, escucha como respira, incluso a veces sonríe.
¡No, no hagas ruido! No rompas su sueño… no quiere saber nada de dolor o tristeza. Que no, sigue pensando en príncipes y princesas, en castillos y gente mala que al final es derrotada por la buena.
Sigue creyendo que es especial y que nadie podrá lograr hacer que caiga.
Sigue viendo como hay gente que daría lo que sea por ella, y que nunca le van a fallar. No la molestes, que no descubra que hace mucho que le faltaron.
Sigue pensando que todo va a salir bien y que sólo es cuestión de tiempo que llegue el equilibrio.
No la interrumpas, en sus sueños está arreglando el mundo.
¿Ves? Cree que es capaz de cambiar lo que nunca se ha cambiado. Mira, ahora ha fruncido el ceño… quizá ha encontrado un poquito de realidad en su fantasía.
No permitas que vea como la gente lo pasa realmente mal. Como existen las enfermedades, como existe la muerte, y como se destrozan vidas.
No quiero que lo vea… que vea a ese mendigo de la esquina, al lado del supermercado, sí, ese que siempre sonríe cuando le echan una moneda y deja ver que sólo le quedan tres dientes. Ese que tiene un perro, y que en cuanto consigue comida, en cuanto puede, le compra una mantita para que no tenga frío… ¿Puede ser que le importe más un perro que él mismo?... Quizá eso le dé algo de esperanza.
Que no cruce la esquina, que se encontrará con ese chico rubio, alto, que no pasará de los 20 años. Ese que come de la basura y que revuelve las bolsas hasta encontrar algo mínimamente limpio. Que se lo lleva a la boca y no mira a su alrededor nunca. Porque no quiere que vean como está hundido.
Ey, mira, se está moviendo… está abriendo los ojos… has hecho mucho ruido.
Bueno, igual tienes razón. Quizá despertar no está tan mal. Quizá lo que quiere es vivir... y puede que lo correcto sea luchar. Puede que haya aun gente que valga la pena. ¿Pero y todo ese dolor en el costado? Igual no cicatriza nunca.
Siempre me han dicho que hay que ser optimista, que hay que tener "energía positiva", y sentimiento. Que siempre hay que tener la frase en la cabeza, esa de... todo va a salir bien. 
Malas rachas son seguidas de buenas. Lágrimas de sonrisas. Rabia de tranquilidad. 
Puede que este mundo no esté tan mal como dicen... y es que, hay cosas buenas.
Hay mañanas que huelen a mar. Hay tormentas de verano. Noches en las que encuentras el lado frío en la almohada y te sientes totalmente a gusto. Hay personas que te tranquilizan y te abrazan sólo escuchando su voz. Y hay otras que te cogen de la mano y te ayudan a avanzar. Mientras, te hacen aprender a cada paso, rien y te hacen reir, y te aseguran que todo, absolutamente todo, tiene su lado bueno.
Hay olores, colores, miradas, sonrisas, números, letras, nombres, palabras.
Hay gente increible. Por las que merece la pena creer en la fuerza humana.
Mira, ya está despierta...

Buenos días, ¿qué tal has dormido?...

2 comentarios:

  1. *_________* Cualquier cosa que pueda yo poner después de esta entrada, va a ser una puta mierda, así que solo voy a decir... : ¡¡¡¡OLE TÚ!!!!

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